Microsoft sigue eludiendo los requerimientos por MONOPOLIO, lo que demuestra que para empresas de ésta calaña toda multa es poca. Ya han hecho bastante daño a la informática.
La Comisión Europea amenazó el jueves a Microsoft con imponerle multas diarias de hasta dos millones de euros si no cumple con las sanciones antimonopolio , un año después de que un tribunal europeo dictaminase en contra del gigante de la informática.
La Comisión dijo que multará a la compañía estadounidense si no cumple con una orden para proporcionar información clave que permitiría a sus rivales en el mercado de servidores trabajar con su omnipresente sistema operativo Windows.
"He dado a Microsoft todas las oportunidades para cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, no se me ha dejado otra alternativa que actuar mediante la vía formal para asegurar que Microsoft cumple", manifestó en un comunicado la comisaria de Competencia europea, Neelie Kroes.
Ahora la compañía tiene cinco semanas - hasta el 25 de enero - para responder y mostrar que ha cumplido estas órdenes, explicó, y cualquier multa impuesta será retroactiva al 15 de diciembre.
Microsoft calificó la decisión de injustificable, y aseguró estar haciendo todo lo que puede para cumplir con la condena impuesta por la Comisión en marzo de 2004, pero que a pesar de ello ésta sigue aumentando sus peticiones.
Además aseguró que impugnará la decisión de hoy en toda la extensión permitida bajo la ley europea, incluyendo una sesión oral completa, lo que puede tardar meses en organizarse, retrasando el proceso.
El analista tecnológico de McAdams Wright Ragen de Nueva York, Alan Davis, calculó que la multa podría suponer unos 600 millones de dólares al año después de impuestos, lo que recortaría la previsión de ganancias de Microsoft para todo el año en un cuatro por ciento.
"Sería significativo, pero no devastador", dijo Davis a Reuters, aunque señaló que se espera que la empresa actúe en el último minuto para evitar pagar la multa.
CASO ANTIMONOPOLIO
En mayo de 2004, la Comisión sentenció que Microsoft había abusado de su dominio mundial creando una situación de práctico monopolio en el mercado de los sistemas operativos para ordenadores y en los reproductores de música para aplastar a sus rivales.
En consecuencia, le impuso una multa récord de 497 millones de euros y le obligó a vender una versión de Windows que no incluyera el programa Windows Media Player, que se utiliza para escuchar música y ver películas, dando así a sus rivales una oportunidad de competir.
Ahora está en juego la parte de ese dictamen que requería al gigante estadounidense que diese una documentación que permitiese a servidores de grupos de trabajo que no sean Microsoft alcanzar la total interoperabilidad con ordenadores de Windows y servidores.
Microsoft se quejó de que la que calificó de nueva exigencia de la Comisión "puede abrir la puerta a la producción de clones de partes del sistema operativo de Windows".
El Tribunal de Primera Instancia de la Unión, el segundo más importante, rechazó la apelación de la empresa para que se suspendiesen las medidas y le advirtió de que podría enfrentarse a una multa diaria si no cumplía con sus obligaciones antes del 15 de diciembre.
Aún está pendiente la apelación contra la sustancia del caso antimonopolio de la Unión.
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